“Final de Gira – un catecismo de viaje por los confines de la evocación” es el relato desgarrado de un médico novel que, a través de una travesía por cuatro rincones del país –El Bolsón, San Luis, Chaco y Jujuy- va construyendo con la frase y con la rima –manifiesto y contrapunto- una conciencia, una identidad, una fantasía.

15.9.07

COMPOSICIÓN. TEMA: VILLA MERCEDES

Villa Mercedes, 9 de mayo de 2006



Luego de algunos días y cientos de cuadras caminadas en esta ciudad puntana, estoy en condiciones de dar mis primeras impresiones del lugar.
Antes que nada algunos datitos técnicos. Villa Mercedes está ubicada al sureste de la provincia de San Luis. Tiene casi 100.000 habitantes y es la segunda ciudad en importancia de la provincia. Me cuentan que hace 15 años eran 20.000 habitantes, pero por la gran cantidad de industrias que se mudaron aquí por incentivos y cuestiones que desconozco en la última década infame del siglo XX hizo que su población creciese de modo exponencial, y a mi modo de ver desordenado. Se nota cuando una ciudad crece de un modo desordenado y poco planificado en poco tiempo. Se nota en su arquitectura, en sus edificaciones totalmente heterogéneas, en sus miles de barrios de viviendas todas iguales. Se nota en la sensación de estar en un “pueblo grande”. Esa “fiebre del oro” que provocó la gran migración, ahora solo deja centenares de tipos en las calles -literalmente- y con una pechera verde como estandarte. Estos tipos son los de los planes sociales de Rodríguez Saa que los paran en las esquinas de la ciudad con alguna función que aún no logro descifrar. Supongo que alguna cuestión como de información en general. También los hacen laburar limpiando algún terreno, poniendo multas y tareas varias.
En fin…la historia que nos toca vivir en la argentina de hoy.
Planes sociales que no son más que mano de obra barata. Lo terrible es que estos tipos en las estadísticas aparecen como que tienen laburo. La típica hijaputez para que las estadísticas digan lo que a los soretes de turno les conviene.

En términos generales es una muy linda ciudad que me cayó bien desde el primer día. Me hace acordar a muchos lugares muy diferentes entre sí. Opiniones muy personales por cierto, pero esto es algo que me sucede muy a menudo. Relacionar pequeñas cosas de un lugar con pequeñas cosas de otro lugar. La constante evocación de mi yo viajero. Seguramente a otra persona este tipo de evocaciones le resulte ridículo… pero no puedo evitarlas.

La primera sensación el día que llegué fue la de los típicos pueblos del interior del país, pero sobretodo los pueblos de la provincia de Buenos Aires. Por su arquitectura típica de pueblo. No soy muy ducho en estos temas así que no podré explayarme con sapiencia. Digamos… esas casas que tienen esos frentes de piedritas, con diferentes colores, también la típica casa vieja cuadrada con puerta, ventana, patio al frente en el que suele haber algún árbol de cítricos con paredón o reja y unos cables que salen de la casa en dirección al poste de luz.
Señoras tomando el fresco y el mate de la tarde. Autos montados en las veredas. Negocios de antaño con mucho anuncio de gaseosa de marca de segunda línea. Disposición de plaza de pueblo. Prócer con caballo o fuente al medio. Banquitos muy escritos con marcadores y liquid paper (cuando yo era chico la gente escribía cosas como Juan y Andrea, River Campeón, Roberto puto, puto el que lee. Ahora no veo mas que direcciones de mail… los tiempos cambian). A los lados de la plaza: correo, bar, iglesia, heladería, policía, Red Megatone o Frávega (lamentablemente, realidades de hoy), etc.
Del mismo modo que en este tipo de pueblos, no paro de ver personajes de las novelas de Osvaldo Soriano. Es que sin duda Colonia Vela es uno mas de estos pueblos.
El Bar del Hotel Lavalle, al que concurro frecuentemente esta ubicado en la calle homónima y es un lugar típico de encuentro. De timberos. De amigos que saben mucho de fútbol, política, turf, ciencias exactas e inexactas y cuanto tema se ponga sobre la mesa. Me encanta hacer que leo y parar la oreja. De señoras. De señoras con sus hijos. La mezcla es la típica de los lugares donde no sobran las confiterías que siempre sirven el mismo café.
Este tipo de hoteles céntricos de pueblo con bar que da a la calle principal me genera muchos recuerdos de los viajes por el interior con mis viejos y mi hermano, de las cenas en el A.C.A. de Cipolletti, de los tostados del Cafetín cerca de la plaza de Cipolletti. El placer de la Cindor fría, el submarino y las medialunas.
Otra cuestión que evoco en Mercedes asociada a los pueblos del interior es la postal ricotera cuando Patricio rey y los suyos salían a tocar por las provincias. Imágenes y sensaciones grabadas a fuego de las giras de los redondos por el país.
Una señora sentada en la puerta de su casa disfrutando del vientito de la tarde. Una señora que no tiene ni puta idea quienes son los redondos. Las huestes ricoteras pasan entonando sus himnos. Porque hoy/ toca Patricio Rey/ vos ya lo conoces/ no lo podes creer/ vamos copando los pueblos de Argentina/ yo soy redondo para toda la vida. La doña atónita se mete en su casa y espía entre las rendijas de la persiana.
Otra ciudad que evoco en Mercedes es Montevideo. Sobretodo en la zona céntrica. Supongo yo, por esa cosa de viajar treinta años hacia atrás cada vez que piso la capital uruguaya. Hay cuadras en la que los negocios y sus dueños parecen haber quedado detenidos para siempre. Mostradores de los de antes. De madera. Muy lustrados. Impecables. Antiquísimas cajas registradoras. Dueños que pareciera que les da lo mismo si les compran o no. Hay algunos en especial: la Tintorería Japonesa, la bicicletería, la fotocopiadora-santería-kiosco a media cuadra de la plaza.

Algo que suele cautivarme en cada lugar que lo veo son los edificios clásicos de la época peronista.
Mi hospital, el Policlínico Regional Juan Domingo Perón, es un claro ejemplo. Este, me dicen, se hizo en la segunda presidencia de Perón.
Lindero al hospital, la escuela hogar Eva Duarte de Perón. Enorme. Varias entradas. Mucho farol de poste blanco y hexagonal de cemento y bola de vidrio en lo alto. Canchas de básquet y fútbol. Lo veo y lo asocio enseguida con la ciudad de los niños o los complejos turísticos de los sindicatos en Chapadmalal. Imagino el hogar escuela lleno de niños engominados y alborotados por la visita de Evita. … Blanco y negro. Locutor de Sucesos Argentinos: Aquí vemos, a la señora Eva Duarte de Perón inaugurando el hogar escuela de la puntana ciudad de Villa Mercedes…entregando la vida por sus descamisados... ¡Salud puntanos!…

No hay comentarios: