“Final de Gira – un catecismo de viaje por los confines de la evocación” es el relato desgarrado de un médico novel que, a través de una travesía por cuatro rincones del país –El Bolsón, San Luis, Chaco y Jujuy- va construyendo con la frase y con la rima –manifiesto y contrapunto- una conciencia, una identidad, una fantasía.

14.9.07

A MODO DE INTRODUCCIÓN

Retomo mis notas de viaje para tratar de asimilar todo lo que pasó en los últimos meses.
Retomo mis notas de viaje con la intención de ordenar mis recuerdos y de darle forma a este rejunte de papeles, papelitos, servilletas, anotaciones perdidas en la memoria y cuanta información, diario o libro leí obsesivamente sobre cada lugar donde estuve.

A miles de kilómetros de la Argentina, pero con el recuerdo tan vivo en mi piel, me sumerjo en mis experiencias por el interior del país y de mi esencia una vez más.
Mi práctica médica aún no finaliza. La última posta de mi Internado Anual Rotatorio hoy me trae hasta el Hospital Gregorio Marañón, de la ciudad de Madrid para hacer Pediatría y Ginecología. Pero sin dudas, la experiencia por la Argentina profunda (Argentina cañí, dirían acá) fue única y merece ser contada.
Al llegar al aeropuerto de Barajas mis días en Argentina no dejan de ser mi único pensamiento. El recuerdo es tan vívido que me cuesta acomodarme al olor a aeropuerto de Primer Mundo.
Hace cuatro días estaba en la cocina del Hospital de Maimará, en Jujuy, compartiendo el almuerzo con la cocinera; hoy me encuentro tomando un Metro de ultima generación que me lleva hasta el centro de Madrid.
A veces, es difícil de asimilar tanta diferencia.
Es difícil franquear el abismo de ambas realidades sin sentirse un poco extraño en el cambio de clima.
Y al evocar aquellos cercanos días (mientras la mujer de los altavoces del Metro anuncia que atención estación en curva y, acto seguido, tengan cuidado de no introducir el pie entre tren y andén), no podía evitar pensar en las necesidades que vive gran parte de la gente de mi país... “parece otro mundo, otra galaxia”.
Por desgracia es el mismo mundo y la misma galaxia las que contienen las necesidades de los desplazados de la Argentina y de tantas partes del planeta, y a los grandes aeropuertos, los subterráneos ultima generación y empresas multinacionales y multimillonarias del mundo “desarrollado”.
Mas cómodo sería pensar que son astros diferentes y que ninguna relación astronómica tienen la miseria de muchos con la abundancia de unos pocos.
Pero lo cierto es que gran parte de los padecimientos que sufren unos, es producto de la concentración de riquezas de otros.
Es importante entender que así gira el mundo.
Difícil no sentirse mínimamente responsable en cierto punto.

Retomo mis notas en la cocina de mi querido amigo Goyo
una gris tarde en este otoño madrileño.
Retomo mis notas desde la nostalgia.
Retomo mis notas desde la alegría.
Retomo mis notas desde una angustia que se apodera de la garganta mía.
Retomo mis notas desde la felicidad plena.
Retomo mis notas desde la desolación.
Retomo mis notas desde el contrapunto, con la intención de
prender en una vela en esta oscuridad.
Retomo mis notas para tratar de darme luz para entender qué le pasa al mundo.
Retomo mis notas para intentar deducir que es lo que me está quemando por dentro.
Retomo mis notas y me sumerjo en la escritura,para alejarme un rato de la locura
de este planeta en que vivimos.



Madrid, otoño del 2006

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